En la madre patria un hombre decidio ganarse un dinerito extra. Un anciano en un asilo se dio cuenta que los internos masculinos deseaban tener vigor y es por eso que el les empezo a vender viagra. Bueno, al menos eso es lo que ellos pensaban que estaban cobrando. Los medicos del asilo se dieron cuenta que varios hombres tenian la lengua azul. Pensaron que era alguna enfermedad pero no pudieron concretar ninguna enfermedad. Hasta que finalmente un anciano comento que le habia comprado viagra a otro anciano. Resulta que las pastillas no eran viagra. El hombre de 80 años, que ya fue explusado del asilo, solo pintaba unas pastillas de aspirina con tinta azul y las vendia a sus compañeros. Asi que se quedaron sin dinero y sin noches de pasion.
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