Un grupo de estilistas visito el vaticano y pudieron cruzar palabras con el Papa Francisco. Y el papa fue claro en pedirles que no caigan en chismes. Les dijo que cuando la gente los visite no cuenten chismes, ni hagan ese tipo de preguntas, eso no es bueno. Es mejor que den aliento a sus clientes con buenas palabras. Les comento que San Martin de Porres fue barbero y cirugano y siempre ayudo a los pobres y enfermos. Asi que en Italia es posible que cuando vayas a el salon de belleza ya no cruzes palabra con el peluquero que te atiende.